Hojas sobre la Luna 10. Return to Cookie Mountain

Moverse dentro de la música de raíces acompañándose de un estilo experimental no es cosa fácil, pues se corre el riesgo de caer en el nada amable ridículo a fuerza de moldear un estilo hasta hacerlo absolutamente frágil y blando, aunque si bien no es imposible si se requiere de gran talento e imaginación, trabajo e investigación (si en la música también es necesaria la investigación) como la que TV on the Radio ha demostrado en cada una de sus producciones. Blues, Soul, Gospel, Noise, Post Rock e incluso Post Punk son los ingredientes que dan personalidad a esta banda de intrincada propuesta.

   Tras dos discos Lp y un ep, uno de ellos llamado de forma muy ingeniosa Ok Calculator, en obvia referencia a Radiohead, los mismos que en un momento dieron el visto bueno a la agrupación,  publicaron este Return to Cookie Mountain en 2006, el cual les daría el salto a la fama que bien merecían ya, no porque sea esa su intención sino porque eso les catapultaría directo a más oídos. Un disco que yo considero prácticamente perfecto, gracias al manejo del ritmo y las texturas casi impresas que, no tanto por su perfección como definitivamente si por su pasión, hacen del álbum un trabajo redondo en cuanto a emoción e intensidad, ya que los ritmos cambiantes, aunque muy consecuentes, son el color de la armonía que, a pesar de lo impenetrable que pudiera parecer su sonido en una primera escucha, debido a sus densas y nada amigables, en el estricto sentido comercial, paredes de sonido, generan atmósferas de extraña y a veces oscura belleza, una que nunca reniega de ciertas dosis de violencia creadas por el apasionamiento que emerge en algunas partes del disco en las que se atreven a jugar incluso con música que pareciera ajena a su concepto. Así pues es posible encontrarse con canciones un tanto cercanas a la música un dark, y a veces hasta industrial, que a su vez se acompañan de otras tonalidades de tipo más bien hiphopero que al fusionarse con percusiones africanizadas, ofrecen algo que bien podría pasar por una composición de Math Rock, muy al estilo de Battles si estos, en algún momento de su carrera, decidieran olvidarse de sus influencias krautrockeras en aras de buscar sonoridades en comunidades tribales del centro de África, eso como sustituto del efecto psicodélico común en la mencionada música alemana, es aquí perfectamente normal tropezarse con ruidos que retan al escucha a encontrarle melodía, mientras se acostumbra a las voces graves y densas de los vocalistas, las cuales son sin duda, además de marca personalísima del proyecto, un instrumento más en esta orgía sónica. Como extra a la delicia toda del álbum, es necesario resaltar la contribución de David Bowie en Province y los samplers a clásicos del tipo de Massive Attack y Lou Reed.

   Adentrarse en TV on the Radio es leer la historia reciente de la música que se ha dado en difundirse bajo la etiqueta de ser tipicamente negra, es despertar a la renovación de aquellas raíces que dieron origen al rock, es reconocer la valía de las mismas no ya por su antigüedad sino por su inmortalidad y su vigencia, y la predisposición (que viene en paquete con su legendaria actualidad) para evolucionar y no estancarse en la nostalgia. Es pues despertar del aletargamiento a lo que hasta ahora estaba muerto, para hacerlo bailar con nuevos vestidos, para que no se vea exótico con lo que podría parecer un recuerdo traicionado por un sobreexcitado snobismo, sino para que venga a enseñarnos que a veces lo nuevo viene de lo viejo olvidado, el mismo que por su sabiduría y resistencia inyecta fuerza y madurez al porvenir. En conclusión, es tarea de quienes buscamos la vejez, como testimonio de experiencia, llenarnos de los nuevos clásicos para que en el futuro hallemos nuestra consolidación como sobrevivientes del mundo, ya que la historia se hace no recordando sino encontrando en todos los tiempos el sentido del presente, he ahí la valía de Return to Cookie Mountain. 

Que no se extrañen los tiempos pasados, que se creen nuevos futuros intemporales, pues el día de hoy también será luego vida de otros tiempos.